Blog Action Day 2009: Ostriches on the terrace/avestruces en la terraza

I love to watch ostriches on the skyscrapers of Buenos Aires. Some years ago during springtime a female ostrich layed a couple of eggs on a notebook that a writer forgot on a building terrace and a male ostrich decided to nest them right there.

Nobody knows exactly how the birds reached the eleven floor´s terrace of that first building.
My husband says that the bats must have lifted them all the way up. He´s usually right when it comes to immigrants and cooperation.
My mother thinks that they passed by the neighborhood following some gypsies and stayed because they were tired of all the walking.
My brother feels that they came because they wanted to teach their kids to see the world from the urban perspective.
I think it has to be the changes in the Pampa´s lands that brought them here. They´re constantly pushed out of the fertile grasslands that once seemed endless and now they live on most of our buildings.

I love to watch the ones on the terrace across the street from my window...

When the weather is nice some tenants wash their clothes on the terraces. Sometimes one of them forgets a bar of soap and the ostriches come and eat it so that they can talk in bubbles language.

Sometimes the ostriches dance frantically tapping on the roofing tiles jumping and opening their wings. The neighbors don´t like that because think that they´re having tantrums but it´s just their way to call the butterflies.
Ostriches know that butterflies always bring stories and fruits from other lands.

I have to say that these birds are very respectful audiences. When the butterflies come they sit in circles and listen (or eat) without interrupting or making noises.
Some tales are so delicious and some fruits are so funny that the ostriches laugh in bubbles, clap with their toes and take the butterflies for rides on their backs through the roof gardens.

But sometimes the stories and the fruits are scary. Then the ostriches teach their charitos the correct way to hide their heads inside a bucket or a flowerpot.
I saw them many times telling their offspring in bubbles language that it works, that they learned this ancient technique of avoiding problems from us.
The charitos always look at their parents suspiciously. The rule never makes any sense to them but they generally obey like good kids.

Yesterday it was unusually hot for Spring and I saw something different.
A rebel charito was asking the butterflies if it was true that all humans worldwide hide like that to solve the mess they bring to the weather.
The butterflies must have been angry or something because they turned in spirals up and down moving the air so strongly that the explanation uncombed the charito and... judging by the expression on his face the answer must have been very very complicated.

The insects bubbling was too small to read from the distance and they seem to know a lot.
Next time I´ll use my dad´s binoculars.
I bet that the little rebel is going to demand more answers...




Me encanta observar a los avestruces en las azoteas de Buenos Aires.
Una primavera hace algunos años una avestruz puso un par de huevos sobre un anotador que un escritor dejó olvidado en una terraza y un macho decidió anidarlos ahí mismo.
Nadie sabe exactamente cómo pudieron subir los pájaros esos once pisos hasta la terraza de aquel primer edificio.
Mi marido dice que seguramente debieron ser los muciélagos que los ayudaron a subir. Generalmente él sabe bien de lo que habla en cuanto a inmigrantes y a cooperación.
Mi madre piensa que pasaban por el barrio siguiendo a unos gitanos y que se quedaron porque estaban cansados de tanto andar.
Mi hermano siente que vinieron porque querían enseñarle a sus hijos a ver el mundo desde una perspectiva urbana.
Yo creo que los trajeron los cambios en la Pampa. Están siempre corridos fuera de los fértiles campos naturales que alguna vez parecían interminables y ahora viven en la mayoría de nuestros edificios.

Me encanta observar a los que viven en la terraza de enfrente de mi ventana...
Cuando el tiempo está lindo algunos inquilinos lavan su ropa en la terraza. A veces algunos se olvidan algún jabón y los avestruces vienen y se lo comen para poder hablar en idioma de burbujas.
A veces los avestruces bailan frenéticamente pateando las tejas saltando y batiendo sus alas.
A los vecinos no les gusta porque piensan que los avestruces tienen rabietas pero es solamente porque están llamando a las mariposas.
Los avestruces saben que las mariposas siempre traen historias y frutas de otras partes.
Debo decir que estas aves forman audiencias muy respetuosas. Cuando las mariposas vienen se sientan en círculos a escuchar (o a comer) sin interrumpir ni hacer ruidos molestos.
Algunos cuentos son tan deliciosos y algunas frutas son tan graciosas que los aveztruces se ríen en burbujas, aplauden con sus patas y llevan a las mariposas a dar paseos por los jardines de las terrazas.
Pero a veces las historias y las frutas dan miedo. Entonces los avestruces les enseñan a sus charitos la manera correcta de esconder la cabeza en un balde o una maceta.
Los he visto muchas veces diciéndoles a sus crias en lenguaje de burbujas que eso funciona, que han aprendido de nosotros esa antigua técnica de cómo evitar problemas.
Pero los charitos siempre los miran con cierta sospecha. La regla nunca tiene mucho sentido para ellos pero generalmente la obedecen porque son buenos chicos.

Ayer estuvo increíblemente caluroso para ser primavera y observé algo diferente.
Un charito medio rebelde estaba preguntándole a las mariposas si era cierto que todos los humanos del mundo se escondían así para resolver los líos que ellos mismos hacían con el clima.
Las mariposas debieron estar enojadas o algo así porque se retorcían en espirales subiendo y bajando, moviendo el aire con tanta fuerza para explicarle, que despeinaron al charito y... por la cara que puso, la respuesta debe haber sido muy pero muy complicada.

Las burbujas de los insectos eran demasiado chiquitas para leerlas de lejos y parece que saben un montón.
La próxima vez voy a usar los binoculares de mi viejo.
Apuesto a que el rebeldito va a exigir más respuestas...